Entorno

El entorno de Teruel reúne condiciones excepcionales para la observación y estudio de fallas activas extensionales. Existes dos fallas principales: la de Concud, de dirección NW-SE que vira a N-S en su segmento meridional, y la de Teruel, que atraviesa el casco urbano con dirección N-S. Ambas fallas se relevan al norte de la ciudad, existiendo entre ambas una distancia en torno a 1 km. La falla de Concud presenta muy buenas condiciones de afloramiento en varios puntos de su traza, particularmente en la Vía Verde (antigua línea de ferrocarril Ojos Negros-Sagunto) en la zona de Los Baños, y junto a la rotonda del acceso norte a Teruel desde la Autovía Mudéjar.


Falla de Concud cortada por la trinchera de la Vía Verde Ojos Negros-Sagunto en la zona de Los Baños. Pone en contacto margo-calizas blancas lacustres del Turoliense (Mioceno superior), a la derecha, con sedimentos aluviales cuaternarios rojizos, a la izquierda.

Taludes de la intersección de las carreteras N-420a y A-226, junto a la rotonda de acceso a la Autovía Mudéjar al norte de la ciudad de Teruel. Una terraza fluvial del Pleistoceno superior, que reposa discordante sobre lutitas y carbonatos deformados del Plioceno superior-Pleistoceno basal, está desplazada por una rotura perteneciente a la zona de falla de Concud, que queda expuesta en ambos taludes.